La RSC como Instrumento de Sostenibilidad
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) también llamada Responsabilidad Social de las Empresas es un tema muy actual que aplican practicamenete todas las empresas de cualquier tamaño, sólo que ellas no lo saben, debido a la escasa precisión del término.
Buscando ampliar mi comprensión y profundizar en el tema, decidí apuntarme a este curso organizado por la Universidad de Verano San Pablo CEU en Burgo de Osma, Soria.
El sitio es francamente bonito. Un burgo con un profundo aire medieval que practicamente no ha variado su población desde hace más de 600 años, con una preciosa concatedral y diócesis.
La pernocta se realizaba en el seminario del burgo, separado el alumnado por sexos en distintas alas del edificio, en las antiguas celdas (la verdad es que una vez que las usas, te das cuenta de que los curas no vivían tan mal).
Tanto las comidas como el curso se realizaban en el mismo seminario y respecto a los ponentes no hay mucho que comentar, ya que fueron en su inmensa mayoría muy poco profundos en los que ellos entendían como RSC, limitándose a comentar por encima las cosas que hacía su empresa. También es cierto que el tiempo reservado para la exposición de los ponentes era muy corto, entre 15 minutos y 1 hora, lo que tampoco permitía que se extendieran.
En resumen saqué dos conclusiones a la hora de definir la RSC:
En el curso me pareció curioso como reaccionaba el alumnado cuando algún ponente defendía el primer caso ¡Cómo si fuera malo que la empresa gane más dinero haciendo las cosas bien! El problema, creo yo, se encuentra en que se tiene tendencia a ver la RSC como una forma de que la empresa utilice sus recursos (ya sean humanos o de capital) en hacer actuación social como colaborar como ONGs o poner luz en un pequeño pueblo rural de África. En mi opinión, la RSC tiene una mayor aplicación en un ámbito más cercano. No quiero decir que los destinos anteriores para el excedentes sean malas aplicaciones, a lo que me refiero es que la RSC empieza en el trabajador y que lo que no se puede y no se debe hacer, es hacer RSC en un ámbito concreto pero seguir una política opuesta a la RSC en otro.
Por ejemplo, no me parece responsable mantener políticas de protección del medio ambiente y no haber potenciado primero políticas de transparencia al accionista o de conciliación de la vida laboral y familiar. Ayudar a ONGs está muy bien pero la empresa debe funcionar desde dentro hacia fuera en este ámbito.
Buscando ampliar mi comprensión y profundizar en el tema, decidí apuntarme a este curso organizado por la Universidad de Verano San Pablo CEU en Burgo de Osma, Soria.
El sitio es francamente bonito. Un burgo con un profundo aire medieval que practicamente no ha variado su población desde hace más de 600 años, con una preciosa concatedral y diócesis.
La pernocta se realizaba en el seminario del burgo, separado el alumnado por sexos en distintas alas del edificio, en las antiguas celdas (la verdad es que una vez que las usas, te das cuenta de que los curas no vivían tan mal).
Tanto las comidas como el curso se realizaban en el mismo seminario y respecto a los ponentes no hay mucho que comentar, ya que fueron en su inmensa mayoría muy poco profundos en los que ellos entendían como RSC, limitándose a comentar por encima las cosas que hacía su empresa. También es cierto que el tiempo reservado para la exposición de los ponentes era muy corto, entre 15 minutos y 1 hora, lo que tampoco permitía que se extendieran.
En resumen saqué dos conclusiones a la hora de definir la RSC:
- La RSC se puede introducir dentro del márketing de forma que se pueda utilizar como colchón a pequeños fallos de la empresa en areas relacionadas o no. Es decir, es IMAGEN.
- La RSC se debería incluir dentro de la cultura de la empresa, interiorizándola dentro de cada empleado como un CÓDIGO ÉTICO, que puede ser premiado o no por la propia empresa.
En el curso me pareció curioso como reaccionaba el alumnado cuando algún ponente defendía el primer caso ¡Cómo si fuera malo que la empresa gane más dinero haciendo las cosas bien! El problema, creo yo, se encuentra en que se tiene tendencia a ver la RSC como una forma de que la empresa utilice sus recursos (ya sean humanos o de capital) en hacer actuación social como colaborar como ONGs o poner luz en un pequeño pueblo rural de África. En mi opinión, la RSC tiene una mayor aplicación en un ámbito más cercano. No quiero decir que los destinos anteriores para el excedentes sean malas aplicaciones, a lo que me refiero es que la RSC empieza en el trabajador y que lo que no se puede y no se debe hacer, es hacer RSC en un ámbito concreto pero seguir una política opuesta a la RSC en otro.
Por ejemplo, no me parece responsable mantener políticas de protección del medio ambiente y no haber potenciado primero políticas de transparencia al accionista o de conciliación de la vida laboral y familiar. Ayudar a ONGs está muy bien pero la empresa debe funcionar desde dentro hacia fuera en este ámbito.
3 Comments:
"Ha variado" S´il voud plaît...
Menos pedantería y más práctica...
"Ha variado" S´il vous plaît...
Menos pedantería y más práctica...
Perdón. Ha sido un error tipográfico. En seguida lo corrijo. Me gusta que la gente firme sus comentarios. ¡Ah! por cierto, también quiero que conste que mi "corrector" ha cometido el mismo tipo de error que yo, que es lo que pasa cuando se escribe rápido.
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