Cita
...
En la otra celda, Hrun apenas había parpadeado.
-De acuerdo- dijo-, ¿Cuál es la segunda prueba?
-Tienes que matar a mis dos hermanos.
Hrun se paró a considerar la idea.
-¿A los dos al mismo tiempo, o uno detrás de otro?-preguntó.
-Consecutiva o concurrentemente -le tranquilizó ella.
-¿Qué?
-Tú limitate a matarlos- replicó esta con sequedad.
-¿Son buenos luchadores?
-Renombrados.
-¿Y a cambio de todo eso?
-Te casarás conmigo y te convertirás en el Señor del Wyrmberg.
Hubo una larga pausa. Las cejas de Hrun se fruncieroncuando su dueño se concentró en cálculos desacostumbrados.-¿Me quedo contigo y con esa montaña?- dijo al fin.
-Sí-la chica le miró directamente a los ojos y torció los labios-. La paga merece la pena, te lo aseguro.
Hrun dejó caer la vista hacia los anillos que lissa llevaba en la mano. Las piedras eran grandes y muy reconocibles: diamantes de un zul lechoso, procedentes de las cuencas arcillosas de Mithos. Cuando al fin consiguió apartar los ojos de las joyas, descubrió que Liessa le miraba airada.
-¡Qué calculador! -le espetó-¿Y tú eres Hrun, el Bárbato que caminaría tranquilamente hasta las fauces de la misma Muerte?
Hrun se encogió de hombros.
-Claro- replicó-. Pero la única razón para caminar hasta las fauces de la Muerte es para poder robarle sus dientes de oro.
...
-Os desafío - intervino Hrun, mirando a los hermanos-. A los dos a la vez.
Lio!rt y Liartes se miraron.
-¿Quieres luchar con nosotros dos a la vez?-preguntó Liartes, un hombre alto y delgado, con larga cabellera negra.
-Sí.
-¿Crees que es justo?
-Sí. Os supero en proporción de uno contra dos.
...
Sin palabras. xD
Terry Pratchett. El color de la magia.
En la otra celda, Hrun apenas había parpadeado.
-De acuerdo- dijo-, ¿Cuál es la segunda prueba?
-Tienes que matar a mis dos hermanos.
Hrun se paró a considerar la idea.
-¿A los dos al mismo tiempo, o uno detrás de otro?-preguntó.
-Consecutiva o concurrentemente -le tranquilizó ella.
-¿Qué?
-Tú limitate a matarlos- replicó esta con sequedad.
-¿Son buenos luchadores?
-Renombrados.
-¿Y a cambio de todo eso?
-Te casarás conmigo y te convertirás en el Señor del Wyrmberg.
Hubo una larga pausa. Las cejas de Hrun se fruncieroncuando su dueño se concentró en cálculos desacostumbrados.-¿Me quedo contigo y con esa montaña?- dijo al fin.
-Sí-la chica le miró directamente a los ojos y torció los labios-. La paga merece la pena, te lo aseguro.
Hrun dejó caer la vista hacia los anillos que lissa llevaba en la mano. Las piedras eran grandes y muy reconocibles: diamantes de un zul lechoso, procedentes de las cuencas arcillosas de Mithos. Cuando al fin consiguió apartar los ojos de las joyas, descubrió que Liessa le miraba airada.
-¡Qué calculador! -le espetó-¿Y tú eres Hrun, el Bárbato que caminaría tranquilamente hasta las fauces de la misma Muerte?
Hrun se encogió de hombros.
-Claro- replicó-. Pero la única razón para caminar hasta las fauces de la Muerte es para poder robarle sus dientes de oro.
...
-Os desafío - intervino Hrun, mirando a los hermanos-. A los dos a la vez.
Lio!rt y Liartes se miraron.
-¿Quieres luchar con nosotros dos a la vez?-preguntó Liartes, un hombre alto y delgado, con larga cabellera negra.
-Sí.
-¿Crees que es justo?
-Sí. Os supero en proporción de uno contra dos.
...
Sin palabras. xD
Terry Pratchett. El color de la magia.
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